El fuego es uno de los mayores temores de una empresa, por eso los sistemas de protección antiincendios son fundamentales para poder reducir al mínimo el peligro. Uno de los sistemas de protección pasivos más eficientes son las franjas cortafuegos, esenciales en naves industriales. ¿Quieres saber más sobre ellas? En Construcciones RM te lo contamos.

Qué son las franjas cortafuegos

Las franjas cortafuegos son unos elementos de uso obligatorio en la construcción de naves industriales que se utilizan para retrasar o impedir la propagación de un incendio de una nave a la contigua o entre sectores dentro de una misma nave. Uno de sus principales objetivos es evitar que las llamas lleguen a la cubierta, que suele ser la zona más sensible y donde el fuego se propaga con mayor facilidad de un lugar a otro.

Estas franjas se pueden instalar de varias formas:

  • Integradas en la cubierta.
  • Fijadas a la parte interior de la fachada de la nave (franjas de cubierta o de fachada).
  • Colocadas en las medianeras.

Características de las franjas cortafuegos

Las franjas cortafuegos, como es evidente, tienen que estar construidas con materiales resistentes al fuego. Para fabricarlas se suelen utilizar paneles de lana mineral, placas de yeso laminado o placas de fibrosilicato, que van fijados sobre perfiles de acero. También es muy habitual utilizar la técnica proyección de mortero de vermiculita o mortero de lana de roca.

El RSCIEI (Reglamento de Seguridad Contra Incendios en Establecimientos Industriales) es el que establece cuál debe ser la resistencia al fuego de las franjas, el tamaño que deben tener y cómo deben ir fijadas.

Franjas cortafuegos según el tipo de nave industrial

No todas las naves son iguales, por tanto, las medidas antiincendios también son diferentes según el caso.

Las normativas establecen que hay naves de cinco tipos: A, B, C, D y E. Las A comparten la estructura portante con otras naves o estructuras colindantes, por lo que es obligatorio que tengan un sistema de franjas cortafuegos altamente eficiente. En las tipo B, la estructura y el techo están aislados, pero a una distancia inferior a 3m de la nave adyacente, por lo que el fuego todavía podría pasar de un inmueble al otro. En las naves C esta distancia ya sería de 3m o más, mientras que en las de tipo D y E la actividad se desarrollaría en espacios abiertos. Además de este criterio de distancia entre estructuras, las naves también se pueden clasificar según el riesgo intrínseco de la actividad que se va a desarrollar en ellas (alto, medio o bajo).

Para que logren su objetivo de forma eficaz, las franjas cortafuegos se tienen que adaptar a cada uno de estos escenarios. Solo así conseguirán reducir el impacto de un incendio, evitar la propagación de las llamas y ganar tiempo para actuar.

En Construcciones RM somos expertos en naves industriales, por eso nos ocupamos de todos los aspectos que tengan que ver con mantener la máxima seguridad en ellas, como las franjas cortafuegos. Si quieres más información, contacta con nosotros y resolveremos todas tus dudas.