A la hora de construir una nave industrial desde 0, una de las primeras decisiones a tomar es sobre su estructura: ¿construyo una nave de estructura metálica o una de hormigón prefabricado? Para ayudarte a tomar esa decisión, en Construcciones RM te mostramos las ventajas y desventajas de cada tipo.

Nave industrial de estructura metálica

Este tipo de nave industrial se construye utilizando acero, un material bastante ligero que permite realizar una cimentación menos costosa. Además, las estructuras metálicas son altamente resistentes y optimizan mejor el espacio por el poco espacio que ocupan.

Su montaje es sencillo y bastante rápido, dando lugar a naves seguras, flexibles y muy adaptables, que pueden ser modificadas o ampliadas muy fácilmente. Para construcciones pequeñas o de geometrías irregulares debido al terreno, este tipo de estructura es la más indicada.

En contrapartida, las naves industriales metálicas necesitan protegerse contra el fuego mediante pinturas especiales o morteros ignífugos. También resultan mucho más sensibles a la corrosión, por lo que no son las más indicadas para zonas costeras o si se quiere almacenar productos inflamables en ellas. Además, también son más sensibles al pandeo, una deformación lateral de las piezas metálicas debida a la compresión a la que están sometidas (que puede evitarse con un correcto cálculo de las cargas).

Nave industrial de hormigón prefabricado

El hormigón prefabricado es la principal materia prima de este tipo de naves industriales. Su gran disponibilidad y gran capacidad de adaptación convierten a las estructuras de hormigón en una gran opción para construir todo tipo de edificaciones industriales a medida.

Su dureza y su resistencia a deformaciones, compresión, flexión y corte, convierten a las naves de hormigón en una opción realmente duradera. Además, el hormigón presenta una alta resistencia al fuego sin necesidad de tratamientos específicos y tiene un mínimo mantenimiento. Es una gran opción cuando se buscan naves de gran tamaño.

Por otra parte, las estructuras de hormigón prefabricado son más pesadas y voluminosas, por lo que necesitan una cimentación más costosa y ocupan más espacio útil. También tienen una menor capacidad de soportar movimientos sísmicos porque son más rígidas.

Tanto naves de estructura metálica como de hormigón prefabricado tienen sus pros y sus contras. Incluso existe una tercera opción, las estructuras mixtas, que hace uso de ambos materiales para ganar en versatilidad y aprovechar lo mejor de cada una. Si necesitas construir o rehabilitar tu nave industrial, en Construcciones RM te asesoraremos sobre cuál es la mejor opción para tu empresa. ¡Pregúntanos sin compromiso!